Madrileño de nacimiento y torresano de vocación, Gonzalo Santamaría tuvo, desde siempre, clara su vocación de maestro. Licenciado en filología inglesa y en magisterio y master en Educación Multicultural, fue profesor en Estados Unidos durante seis años y durante 14 años en España. Padre de un chico, adora el campo, el tiempo con sus amigos, su perro, los libros y la música. Llegó a la política por su apuesta por las cosas hechas con cabeza y con sentido común, además de por su convencimiento de que para que la sociedad cambie hay que ponerse manos a la obra.
Seguridad y eficiencia. El por qué del despliegue de una red de cámaras en Torrelodones
En la pasada legislatura, Vecinos por Torrelodones propuso en varias ocasiones la instalación en el municipio de una red de cámaras con el objetivo, entre otros, de mejorar la seguridad en nuestro pueblo. La monitorización de las principales vías de comunicación, las más conflictivas, las entradas a las urbanizaciones, etc. tienen un doble efecto sobre la delincuencia; Por un lado, disuaden a los potenciales infractores de cometer cualquier delito ya que saben que pueden ser grabados; por otro, las imágenes obtenidas son de gran ayuda para la Policía Local y la Guardia Civil a la hora de esclarecer y prevenir delitos.
Desestabilizar por el miedo. Torrelodones es seguro.
Cuando todo va razonablemente bien, cuando un equipo trabaja con eficiencia, honradez y transparencia, a aquellos que no tienen ni proyecto ni ganas de participar de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, solo les queda una opción para no desaparecer definitivamente: desestabilizar. Y el miedo es un arma desestabilizadora tan contundente como mezquina.
Algún grupo municipal, apoyado por pseudos medios de ¿comunicación? de claro y tendencioso corte político, asegura que la falta de seguridad ha aumentado exponencialmente en los últimos meses en Torrelodones, y como ese es “su pensar y su sentir”, no dudan en fomentar una sensación de inseguridad que nada tiene que ver con la realidad.