En todo colectivo humano pueden distinguirse tres grupos de personas en función de su actitud vital. Un primer grupo, generalmente el más numeroso, son los que critican sin proponer solución alguna (no hacen nada, pero les parece mal todo lo que los demás hacen). Su contribución consiste en crispar y enrarecer el ambiente. Un segundo grupo, menos numeroso, está formado por los que muestran una actitud crítica constructiva, proponiendo soluciones o alternativas. Este colectivo es clave y siempre ayuda a avanzar. Un tercer grupo es el que centra su esfuerzo en hacer las cosas. Éstos son los imprescindibles.