Cuando todo va razonablemente bien, cuando un equipo trabaja con eficiencia, honradez y transparencia, a aquellos que no tienen ni proyecto ni ganas de participar de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, solo les queda una opción para no desaparecer definitivamente: desestabilizar. Y el miedo es un arma desestabilizadora tan contundente como mezquina.
Algún grupo municipal, apoyado por pseudos medios de ¿comunicación? de claro y tendencioso corte político, asegura que la falta de seguridad ha aumentado exponencialmente en los últimos meses en Torrelodones, y como ese es “su pensar y su sentir”, no dudan en fomentar una sensación de inseguridad que nada tiene que ver con la realidad.