Somos biodiversidad, comemos biodiversidad y el oxígeno del aire que respiramos procede de la actividad continuada de lo viviente. El término biodiversidad es un neologismo acuñado en los años ochenta para referirse a la diversidad de la vida. Se utilizó para alertar sobre la rápida extinción de especies debido a la acción del hombre y porque se pensó que esta palabra tendría un mayor valor comunicativo. Su uso se popularizó tras ser empleado en varios acuerdos internacionales y textos oficiales. Por ejemplo, en España existe la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad (Ley 42/2007, de 13 de diciembre)