Estamos convencidos de que el noventa por ciento de quienes han leído el título de este “post”, automáticamente han pensado en “cuánto dinero». Pues bien, han acertado casi en un noventa por ciento, pues fundamentalmente vamos a hablar de eso, de dinero.
Los ciudadanos tenemos claro, o deberíamos tenerlo, que los ayuntamientos necesitan dinero para funcionar, dinero que proviene de nuestros impuestos, ya sean los que pagamos al propio ayuntamiento, a la comunidad autónoma, a la nación o a Europa, de forma directa o indirecta. Todo lo que en un municipio se compra, se construye, se contrata, se renueva, se repara o incluso se dona, supone un gasto y, por lo tanto, requiere dinero.