Los seres humanos tendemos a encasillarnos dentro de unas coordenadas que marcan las reglas de nuestro comportamiento. Esto nos empuja a ser como nuestros vecinos y a comportarnos según patrones basados en la imitación de los que consideramos ‘los nuestros’. Por eso, creamos identidades colectivas, que pueden ser étnicas, nacionales, sociales, políticas, religiosas, deportivas, culturales o de otro tipo. Individualmente somos inteligentes y, por tanto, podemos ser tolerantes e incluso bondadosos, pero colectivamente tendemos a hacernos algo cerriles e intolerantes. Tener unas señas de identidad del tipo que sea parece fundamental para orientarnos en un mundo lleno de incertidumbres. La identificación colectiva es un verdadero elemento de cohesión. Lo malo es cuando esas señas de identidad se utilizan para marcar diferencias y se constituyen en arma contra los diferentes (odiar lo ajeno como estímulo para amar lo propio).
Cumpliendo años; cumpliendo sueños; cumpliendo promesas.
Hace 10 años, 4 ¿valientes? ¿soñadores? ¿temerarios? decidieron dar un paso al frente y lanzarse a la arena política sin ser políticos y sin vocación de políticos. Se trataba de frenar uno de los miles de millones de desmanes urbanísticos con el que Torrelodones venia escribiendo su historia. Los 4 magníficos, apoyados por sus familias y amigos más cercanos, abanderaron una nueva forma de hacer las cosas: implicarse. Y tanto tanto se implicaron que dieron forma a un partido político llamado Vecinos por Torrelodones con el máximo objetivo de demostrar que otra forma de hacer política era posible.
La presencia de jabalíes en nuestro entorno
La presencia de jabalíes en nuestro entorno se ha hecho evidente en los últimos meses y ha saltado a las páginas de noticiarios y redes sociales, creando grandes debates, unas veces más documentados que otras, y provocando una clarísima dejación de responsabilidades por parte de la Comunidad Autónoma de Madrid responsable exclusiva en materia de gestión de especies cinegéticas.
Las poblaciones de estos animales están aumentando año tras año de una forma sostenida e, incluso, en ocasiones, explosiva. Hemos llegado a ver imágenes de piaras en playas de la Costa Brava en pleno mes de agosto. Y, obviamente, en Torrelodones en donde se han visto jabalíes no sólo en las proximidades de los espacios urbanos, sino en los propios parques y espacios verdes de los Peñascales e incluso en las calles y parques pueblo o la Colonia.