Hace solo unas semanas, decidimos que una de las entradas a nuestro blog podría ser hablar sobre el placer que algunos sentimos cuando caminamos. Ahora, solo tres semanas después, quizá deberíamos hablar de la necesidad que tenemos de volver a hacerlo, confinados en nuestras casas y deseosos de volver a la normalidad.
Quizá podríamos desde aquí relacionar el antiguo placer y la ansiedad actual, para que al regreso a la vida que suponemos normal, podamos gozar de ese tesoro que algunos disfrutamos y que está al alcance de todos los que se lo propongan, más en un entorno como el de Torrelodones.